jueves, 30 de septiembre de 2021

EL AMOR AL DINERO

 Por Anselmo Fernández Nieblas 

El amor al dinero es la base sobre la que se asienta el auge de los juegos de azar. Si estuviéramos satisfechos con lo que el más se tiene más se desea. Señor nos proporciona, la lotería desapa- recería porque no existirían jugadores. Es más, los jugadores tendrían más dinero porque no invertirían en estas operaciones improductivas. Pero el gusanillo del deseo agazapado en lo profundo del alma incita a jugar a sabiendas de que se va a perder. La duda: ¿Y si me toca? Ante la duda se echa "La codicia rompe el saco", dice el refrán popular.

 Quien lo desea todo lo pierde. He aquí la importancia de recor- dar las palabras de Jesús: “No os hagáis tesoros en la tierra […] Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vues- tro corazón" (Mateo 6:19, 21). Cuando nuestro corazón está puesto en el dinero y en los bienes materiales, ello se con- vierte en un dios que nos esclaviza y nos destruye.

 Lo hace individualmente robándonos la vida eterna. En el aspecto colec- tivo es un dios que destruye socialmente a la nación. La mayoría de los males que padece la sociedad se debe a que su dios mano a la cartera y se compra el décimo a pesar de que sea muy poca la posibilidad de que me toque el gordo de Navidad.

 El hombre sin Dios nunca está satis- fecho con lo que tiene. Si posee un euro quiere tener dos. Si tiene dos quiere tener cuatro. Si tiene cuatro quiere tener dieci- séis. Y así sucesivamente. El corazón vacío jamás está satisfecho con lo que tiene. Los bienes materiales jamás gratifican. Cuanto es el dinero. "Porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasa- dos de muchos dolores" (1 Timoteo 6:10).

domingo, 26 de septiembre de 2021

¿Dónde estarás en la eternidad?

 Hay dos posibilidades. Piénsalo bien, y haz tu elección.

 1. Voy a estar en los cielos, porque creo en Jesucristo, el Hijo de Dios sin pecado, que él es mi Salvador personal que me ha librado del poder del pecado y de su castigo. "Y este es el testimo- nio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Estas cosas os he escrito... para que sepáis que tenéis vida eterna" (1 Juan 5:11-13).


 2. O voy a estar en el infierno, porque ahora he rechazado a Jesucristo para que no sea mi Salvador. "El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él" (Juan 3:36).



jueves, 9 de septiembre de 2021

EL MATRIMONIO COMO DIOS LO PLANEÓ

 Cuando Dios creó al primer hombre, sabía que el hombre varón fue tomada. Por tanto, necesitaría el compañerismo, dejará el hombre a su padre y y por eso creó la mujer. 

En Génesis 2:22–24 leemos: "Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. 

Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. 

Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.

Dios pide a los matrimonios que sean para toda la vida. (Véase Mateo 19:8.) Por eso, es muy necesario que los padres enseñen a sus hijos a tener una actitud seria y cuidadosa en la cuestión de encontrar una pareja para la vida.

Matrimonio para toda la vida significa que cuando se presentan dificultades en el matrimonio, las tratamos con la actitud de que tiene que haber una solución; que no son opciones ni la separación ni el su divorcio. 

Bajo la ley del Antiguo Tesmento, Moisés hizo alguna provisión para el divorcio por causa de la dureza de los corazones del pueblo. Pero Jesús nos recordó el plan que Dios diseñó en el principio.

 En Marcos 10:11,12 Jesús dijo: “Cualquiera que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adul- terio contra ella; y si la mujer repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio."

Amigo lector, si es mala su actitud en cuanto a Dios y Su voluntad, ahora mismo es el momento para arrepentirse y buscarle de todo corazón. Dios nos hizo. El sabe que tipo de vida más nos conviene, la que más le glorifica a Él. 

Romanos 10:9-11 

que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.

 [10]Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. 

[11]Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.

Hechos 3:19 [19]Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,

¿Buscará ahora a Dios? ¿Permitirá que Él haga de su matrimonio y de su hogar lo que deben ser? ¿Glorificará usted a Dios? 


Att. El Espíritu Santo

Colaborador: J. B.

miércoles, 8 de septiembre de 2021

¿Qué dice la Biblia acerca de la seguridad espiritual de un cristiano? 

La Biblia dice: 

“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre" (Juan 10:27-29). 

“Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados... ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?" (Hebreos 10:26,29). 

Explicación: Si hablamos de la fidelidad de Dios cuando hablamos de la seguridad espiritual del cristiano, la enseñaza de la Biblia es bien clara. Dios siempre es fiel en proteger a Sus hijos, pues Cristo dice: "Nadie las arrebatará de mi mano." Pablo dijo que estaba seguro de que nada en esta vida le podría separar de Dios a un hijo de Dios (Romanos 8:35–39). 

En las Escrituras que siguen, usted puede leer más acerca de la fidelidad absoluta de Dios: Filipenses 1:6, 1 Corintios 1:8 y 1 Pedro 1:5. Por otro lado, tenemos al hombre, el cual sí puede volver la espalda al Dios que antes amaba. 

Hay personas que antes fueron santificadas por la sangre del pacto, pero después la tuvieron por inmunda. Y Pedro dice que podemos escoger a volvernos a las poluciones del mundo después de habernos escapado de ellas (2 Pedro 2:20,21). 

Ciertamente, no hay nadie que puede arrebatar del cuidado de su Padre a un cristiano; sin embargo, la Biblia lo hace igualmente claro que podemos volver la espalda a Dios y dejarle, y Él lo permite.